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Trabajo y Confianza

por Wezi Simkoko


Oí a un pastor decir. “cuando presenten su trabajo, deberán poder decir que lo han hecho de la mejor manera posible.” Esta frase cambió mi forma de vivir.


Entendí entonces que Dios nos creó a su imagen y semejanza, y que hace todo bien. Nos ha dado responsabilidades aquí en la tierra que tal vez incluyan mucho esfuerzo y trabajo.


A veces, nuestro deseo de alcanzar la perfección en nuestros proyectos nos hace olvidar la gente que Dios ha puesto en nuestras vidas, o incluso olvidar a Dios.

Photo courtesy of Brooke Lark/Unsplash
Photo courtesy of Brooke Lark/Unsplash

De esta manera, podemos enfocarnos más en un lado de la balanza que de otro; trabajar más y confiar menos en Dios o confiar en Dios y no trabajar de la mejor manera.


El engaño no beneficia a nadie. Mientras que algunos parecen sacar ventaja con él, les falta entender que todos los engaños serán revelados y contados el Día del Juicio. Lo vemos en muchas instancias: tramposos en la escuela, empleados robando dinero de sus jefes, y funcionarios corruptos beneficiándose personalmente de fondos que supuestamente beneficiarían a su país. Esto no es comportamiento de un buen cristiano. Una vez me vi tentada de sobornar a mi instructor de manejo para obtener mi licencia, pero me detuve. Gracias al Señor, pasé el examen en el primer intento.


Sabemos por la Biblia, particularmente el libro de Proverbios, que la pereza conduce a la pobreza. El Señor nos da tiempo y habilidad, y es nuestra responsabilidad manejarlos con fe. Sin embargo, trabajar en exceso también puede ser impedimento para el descanso.


“En vano se levantan de madrugada, en vano se van tarde a descansar y comen pan ganado con esfuerzo: ¡El Señor lo da a su amigo mientras duerme!” (Salmo 127:2)

Ahora que estoy casada tengo muchos planes y muchas cosas en las cuales pensar sobre como ser una esposa y sastre; satisfacer las necesidades de mi esposo primero, mi hogar y luego las de mis clientes. El Señor, sin embargo, me ha enseñado a organizar mi tiempo al confiar en Él y tener la capacidad de rechazar un cliente cuando sé que no podré terminar un proyecto a tiempo o tendré que trabajar toda la noche. Yo sé que Dios provee clientes, y que proveerá más. Hacemos bien en pedirle sueño a quien creó el sueño. Mi objetivo todos los días es llegar a dormir siete u ocho horas, y dejar el resto a Dios.


El descanso nos ayuda a confiar en la provisión de Dios. No tenemos que temerle al mañana si hemos hecho suficientes cosas el día de hoy y le dejamos el resto a Dios.

Finalmente, existe el trabajo honesto. Esto es lo opuesto a trabajar engañosamente. Trabajar con fines egoístas no es parte de una buena vida cristiana en los ojos de Dios. En su carta a la iglesia Filipense Pablo llamó la atención a algunos ya que “buscan sus propios intereses y no los de Jesucristo” (Filipenses 2:21)


Todo nuestro trabajo debe ser para lograr la gloria de Dios. Se nos incita a trabajar honestamente, no para satisfacer a todos o para hacernos quedar mejor que el resto, pero para quedar bien con Dios. Esto simplemente significa que sin importar dónde estemos, para quién trabajemos, siempre y cuando no nos lleve a pecar contra Dios, nuestro trabajo debe ser loable. Esto satisface al Señor.


Mientras trabajamos de la mejor manera posible, el balance está en comprometer nuestros planes con el Señor (Proverbios 16:3 and 16:9). Podremos tener un plan, pero los planes de Dios son los que se mantendrán por siempre.


Comprometer nuestros planes con el Señor es una manera muy placentera de trabajar. Cuando hemos comprometido nuestros planes con Él, cuando lo damos todo, no nos desesperaremos cuando las cosas no salgan como queremos. Sabremos que es por nuestro propio bien. También nos alegraremos cuando lo que deseamos se haga realidad sabiendo que es Dios quien lo ha hecho por nosotros. Cualquiera que fuese nuestro objetivo, ya sea proveer para nuestras familias, ayudar al prójimo, apoyar al sacerdocio, o ver crecer nuestro negocio, debemos decírselo a Dios cada mañana y agradecerle por el día sin importar el resultado.


Recordemos siempre al Señor en nuestro trabajo.


Wezi Simkoko es cristiana salvada por la gracia de la fe en Jesucristo. Le gusta cocer y pasar tiempo con su esposo, Daniel.


Envíe cualquier pregunta o comentario para Wezi en el formulario de contacto a continuación.


Traducción de Luciana Schreier (Perú)

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