Por Shanee
Mi familia ha estado viviendo y sirviendo en el Sur de Asia como trabajadores transculturales desde hace 15 años. En un viaje reciente a los Estados Unidos, me di cuenta que los tatuajes se han vuelto más comunes de lo que solían ser. No tengo tatuajes, pero de hacerme uno, sé exactamente qué quiero. Sería una simple palabra de cuatro letras:
Suya.
Hay una razón muy específica por la cual elegí esta palabra. Esta pequeña palabra me curó de un problema de “miedo a los hombres” de toda la vida. Me preocupaba demasiado en conseguir la aproba ión y admiración de los otros. Dios ha hecho un trabajo supernatural dentro de mi corazón, librándome de esta manera de pensar tan habitual y llena de pecado. La solución, la cura a mi “miedo a los hombres” ha sido abrazar mi identidad como hija de Dios.
Suya.
No es sólo ser consciente de esta verdad, sino abrazarla de tal manera que se vuelva suficiente para mí. No necesito seguir probándome. Mi identidad como hija Suya es tan fuerte y segura que es todo lo que necesito.
Dios usó un estudio de un año del libro de Isaías en 2018 para convencerme de su identidad como Su hija. Hermanas, escuchen estas cuatro verdades de su Padre Celestial:
1. Han sido seleccionadas por Dios, Su amigo y Su servidor. Por lo tanto, ¡no tengan miedo! Siempre estará con ustedes. Él les dará fuerza, las ayudará, y las apoyará con su diestra victoriosa. Él está a su lado, tomando su mano. (Isaías 41:8-10, 13-14)
2. No tengan miedo, Dios las ha redimido. Las ha llamado por su nombre, son Suyas. Son preciosas en Sus ojos, honradas, y amadas por Él. (Isaías 43:1-4).
3. Cuando sean ungidas por el Espíritu Santo y estén salvadas, estarán tan seguras de su nueva identidad en Cristo que dirán, “Soy del Señor”. Incluso escribirán en sus manos, “Del Señor”. (Isaías 44:5)
4. ¿Puede una mujer olvidar a su hijo pequeño? Incluso una madre puede olvidar, pero Dios jamás las olvidará. Sépanlo, Dios ha escrito sus nombres en las palmas de Sus manos. (Isaías 49:15-16)
Nuestra identidad como seguidores de Jesús puede resumirse en una sola palabra:
SUYA.
Su sirviente, su amigo, su hija.
¡Eres suya! Él es tu dueño. Has sido adoptado y por siempre serás su hijo. ¡Él envió a Su propio Hijo a morir por ti, a salvarte, y a redimirte! Imaginalo mirándote, señalándote, diciendo tu nombre y luego diciendo, “Eres MIO.” Por siempre. Y luego grabará su nombre en la palma de Su mano.
En nuestra iglesia local del sur de Asia, uno de los hombres tiene un tatuaje en cada antebrazo con los nombres de sus hijos – Tia y Samarth. Este hermano decidió grabarse los nombres de sus hijos en su cuerpo como un símbolo de su amor, a la vista de todos. Todo hijo busca ser amado por su padre terrenal. Cuando abandonamos nuestra identidad antigua y llena de pecado y somos salvados, Dios nos adopta dentro de Su familia y nuestro Padre Celestial cumple nuestros deseos más profundos. Incluso si nuestros padres terrenales nos fallaron, podemos tener ese deseo de amor y aceptación cumplido de manera supernatural por nuestro Padre Celestial. Ésta ha sido mi experiencia, ¡y es poderosa y liberadora!
¿Qué significa ser liberado de vivir buscando la aprobación de otros? En mi vida, ha resultado en:
Menos tiempo pensando en mí, y más tiempo dedicado a pensar en la gracia y poder de Dios.
Menos filtros y más ganas de compartir mis miedos y fallos.
Tener más tolerancia, y así las críticas de otros no me afectan.
Menos tiempo tratando de controlar la impresión que genero en otros.
Menos miedo al error y más voluntad de acercarme a la obediencia y la fe.
Más capacidad mental para pensar en amar al prójimo.
Libertad de conseguir mis metas.
Libertad de tomarme un tiempo y disfrutar momentos con otros.
Un mayor deseo de compartir mi libertad en Cristo con otros.
Hermanas, ¿dónde están buscando su sentido de identidad y seguridad hoy? ¿Sienten consistentemente que no están haciendo lo suficiente? ¿Están tratando de probar su valor a otros, a ustedes mismas o a Dios? ¿Eligen sus palabras con cuidado alrededor del resto para dar una mejor impresión? ¿Tardan más tiempo del que les gustaría admitir diseñando imágenes y subtítulos a la perfección? De ser así, la Biblia llama a esto idolatría, ya que solamente Jesucristo debe ser exaltado y adorado en nuestras vidas. Arrepiéntanse de este estilo de vida lleno de pecado y rueguen al Espíritu Santo que los libre de esto. A través de la fe, sigan luchando en contra de estos pensamientos cuando se asomen en su mente.
“¿Busco ahora convencer a los hombres, o a Dios? ¿Será que busco agradar a los hombres? Si yo todavía tratara de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.” Gal 1:10
Abracen su identidad como hijas de Dios. No necesitan la aprobación de otros. No necesitan ganarse la aprobación de Dios. Hoy y siempre, sepan que son amadas y preciosas a la vista de nuestro Padre Celestial gracias a Cristo.
Soy Shanee. He vivido y servido en el sur de Asia con mi esposo y mis tres hijos por los últimos 15 años. Me encanta enseñar la Palabra de Diso a otros, y especialmente a aquellos en lugares remotos. Me gusta hacer de todo con mi familia, estar afuera; ejercitarnos, leer libros, y recientemente (debido a la cuarentena), ver películas.
Por favor envíen cualquier pregunta o comentario para Shanee en el formulario de contacto a continuación.
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